jueves, 21 de febrero de 2008

Britney Spears

Lo prometido es deuda, he aquí mis humildes comentarios sobre la princesita del pop.
Yo sé que muchos de ustedes dirán: “¿A mí, gustarme Britney Spears?” Pero estoy segura que marcó una época, al menos en mi generación. Los niños malos decían ¿te gusta esa música? Mejor puro tres cuatro acá loco la banda, y una sarta de cosas que sólo los expertos en lenguaje cholezco entienden. Y mejor poníamos cosas como Gorillaz o Garbage, o Papa Roach (si así se escribe), o Limp Bizkit y ya éramos fresas o malos, pero no cholos ni poperos ni cumbiancheros. En fin, queramos o no, existe esa música que saca el mercado y por más que la evitemos la vamos a escuchar, aunque sea en la estación del metro. Luego comparo a Britney con los reggaetoneros y me empiezo realmente a preocupar por la decadencia del mundo y el inminente apocalipsis con que nos amenazaban en el año 2000.
Ahora van otras cosas, como el ideal estético que tienen los estadounidenses y que ha sido adoptado por toda la cultura occidental, refiriéndome a la clásica mujer rubia, y sin poder separar estas palabras por esta larga oración que lo pretende, exuberante. Rubia-exuberante. Como Madonna, casi. Marilyn Monroe. Cristina Aguilera, y ahora la nueva Gwen Stephani. Perdón si me equivoco en los nombres, pues no soy muy dada a los chismecitos faranduleros. Pero Britney Spears en sus inicios no era tan exuberante. Quizá coincidió con que yo crecí y pude ver las cosas desde otra perspectiva, pero dejó de ser chica linda después de su Oupss, (o como se escriba) I did it again, que luego sirvió como encabezado a miles de revistas estadounidenses del corte Fama y Tv Notas. Siguió su Toxic y luego la canción en la que se besa con Madonna. Para la mayoría de los lelos lerdos y faltos de conocimiento, tacharon esto como lesbianismo, declive de la humanidad, búsqueda de reflectores, y así. Para otra minoría, pseudofans y observadores, era la ascensión de Britney Spears, un escalón más para igualarse a la reina del pop, y ésta lo permitía, cediéndoselo gustosamente con un gracioso gesto, ah… sí, un beso, ¿de Judas?
Y viene la fama así como avalancha. Las niñas que habían querido ser como Britney habían crecido, al menos seis o siete años, pero seguían saliendo más niñas, y niños tal vez, brotando como hongos, que querían todavía ser como Britney, y todas las cámaras contra ella, incluso la que le pegó en la frente, según dicen. ¿Qué es eso de que te peguen las cámaras en la frente y te saquen sangre? Todo maldita sea explícito, no hay ejemplo más tangible de lo terrible que empezaba a pasarla la desgraciada princesa del pop.
Ya no quise saber cuál sería la siguiente canción, ni cuál sería la siguiente cantante rubia, porque después de un tiempo de observador como que cansa. Simplemente llegan rumores de que a Britney se le zafó uno o dos tornillos y se casó con un cantante de ¿rap? Justin Timberlake. Pero eso fue antes, en realidad se divorció y se casó con un cantante de ¿rap? Kevin Federline, ¿y se le botó la canica nuevamente escapando a Las Vegas para casarse con un hombresucho, que aprovechó el estado de aletargamiento por embriaguez de la cantante? ¿O quizá está casada en México y registrada como Britany Esparza? Es demasiada información, ya los otros detalles como que le regaló una camioneta a no sé cuál de sus esposos o ex esposos de no sé cuántos millones, salió en unas fotos sin ropa interior bajándose del automóvil, y se rapó. Y perdió la custodia de sus hijos, y se drogó y embriagó.
Pues muy su vida, ¿quién me manda meterme donde no me llaman?
Si así pensaran los estadounidenses y demás fansitos de la Britney. Mi idea utópica es la siguiente: Britney es un ser humano como cualquiera y no tiene derecho a estar sufriendo. Fin de la idea utópica. Pero los seres humanos somos sádicos y nos encanta el chisme. Pero Britney no es un ser humano como cualquiera. Por eso hay que estarla mortificando todo el santo día y tomarle una foto cuando vaya bajando del carro, por si no trae choninos. Ahora sí, no estoy segura si: Britney se buscó lo que quería, o más bien ¿qué clase de personas están compartiendo el mismo oxígeno con nosotros en éste nuestro planeta Tierra, que no dejan en paz a alguien, orillándolo casi hasta el suicidio?
Yo, a diferencia de las revistas de Fama y Cosmopolitan, y las demás, hago una llamada de atención por el descenso en la calidad humana que este hecho (la vida de Britney y su desplome) demuestra que estamos viviendo. Ya no somos los romanos que sacrificaban a sus presos y esclavos en el Coliseo, ¡lástima! Pero vemos el morbo alimentado día a día de una forma cruel, es decir, a costa de la salud mental de seres extremadamente sensibles (ja-ja) . No defiendo a Britney Spears, ni a sus acciones, sólo señalo que no fue capaz de manejar la fama que la atosigó hasta hacerla caer y que la gente que pone excesiva atención en cosas como éstas fue la culpable. Hay que tomar en cuenta a sus asesores y abogados y las otras personas que la rodeaban, cito un programa de VH1 pasado a fin de año donde recopilan de forma amarillista y risible las peores cosas del año, por supuesto ganó Britney, “¿Quién la dejó salir así al escenario? Son unos guachos”. Así decía, guachos. Supongo que era argentina la monilla. Britney subió de peso, se volvió adicta, ya no tiene control sobre su dinero, ni sobre su vida. Salió llorando en la televisión, suplicando que por favor la dejaran en paz, que no era muy grato tener las cámaras rodeándola siempre, que quería tener una vida normal. ¿Dónde está el núcleo de la sociedad, la familia, que te ayuda si estás enfermo y te levanta si caes? Apareció el papá y la mamá hasta el final. Demonios, descuidando a la hermanita pequeña, de 16, que ahora está embarazada. Y pobre pobre pobre Britney, de arriba en la rueda de la fortuna, tuvo que caer al fondo, al manicomio, destruyendo para siempre su posibilidad de ser la reina del pop, poniendo un funesto ejemplo para las jovencitas u otorgando predicciones de lo que les sucederá de ir la humanidad como va. Sin embargo, sirvió como ejemplo de que el apocalipsis es en serio y que nos puede pasar a todos alguna vez. (Ja-ja, ¿quién será la siguiente, oh, espíritu de Lady D?)

se comen a la luna!


Todos concentraditos, Celeste, Iván y yo, viendo el eclipse, menos Alonso porque... porque... comió algodón y sacó su lado gay un microsegundo... ah! y que pasó Orestes. Ja, ja. Que no es lo mismo que "qué pasó, Orestes?", oh...válgame, mi chiste malo de la semana.

miércoles, 13 de febrero de 2008

chile tomate y cebolla ¿¡quién es quién!?





desprendiendo aromas
chile tomate y cebolla
en el centro de la mesa
como en todo hogar
muestra el tomate su rojo color
mientras que la cebolla y sus capas
capaz de hacernos llorar
en conjunto del chile verde
picosón y bien sabroso
todos echándoles ojos
nariz
gusto
y tacto
enumerando al cilantro
que será nuestro espectador
++++++++++++++++++++
hola amiguitos
bueno, pues no supe de qué forma comenzar
y se me hizo interesante intentar hacer rima con nuestro pico de letras y gallo
bueno no, de letras no.
eh
Bienvenidos seamos!!